Se sentó en el escritorio y abrió el bloc. Puso a la pluma una carga de tinta negra y comenzó a deslizarla sin rumbo fijo sobre una hoja en blanco. Puso la mente en blanco, mientras movía la pluma levemente, trazando líneas que giraban sobre sí mismas. Notó como si el cansancio se apoderada irremediablemente de ella y luchó por mantener los ojos abiertos al sopor de aquel día que se cobraba su largo viaje. Crujieron los muelles de la cama e Iraila sintió como una especie de viento frío en la nuca. Miró la ventana, abierta. Frunció el ceño, recordando que debía estar cerrada. Otro crujido de la cama la alertó y, arqueando una ceja, con una sonrisa irónica, giró la cabeza hasta la cama, esperando encontrarse a Lorenzo… Pero ahí no estaba él. Creyó que se la paraba el corazón. Ahí estaba él, sentado sobre su cama con una altanería condescendiente en la forma en que cruzaba piernas y brazos. Vestía de negro, pantalones vaqueros y una camisa de corte informal. Por mucho que mirara a su cara, no conseguía ver nada.


- ¿Quién eres?- preguntó, con un nudo en la garganta. Él se inclinó hacia delante, posando una mano grande en su mejilla. Sintió su calor y una fuerza como la que había sentido minutos atrás con Lorenzo, que emanaba del contacto. No podía ser un sueño, tenía que ser real a la fuerza pero… ¿por qué aun no podía ver su cara? Estiró los dedos para tocar aquel rostro esquivo.


- Un reto para ti, una aventura para mi- respondió, calmado, mientras volvía a apoyar la espalda contra la pared, evitando el contacto de ella.


- ¿Qué...?


Un espasmo recorrió su espalda. Se había quedado dormida sobre la mesa. Miró sus dedos, manchados con la tinta negra y se sorprendió a sí misma al ver el dibujo que había sobre la hoja. ¿Cómo lo había hecho durmiendo? Aquel dibujo era un poco extraño… Súbitamente se fijó que había caído el sol por completo y miró el reloj. Se había quedado dormida hacía más de una hora.

7 comentarios:

vicente dijo...

Cómo nos manipula el subconsciente, la fina línea entre lo real y lo soñado, lo que es y lo que lucha por ser... y que se escapa a la mínima.

Me gustó tu texto, jovenzuela :)

Pugliesino dijo...

Había pasado una hora y parecieron segundos, un instante y pareció una vida. ¿qué importa el cómo si hubo un cuando? Y fuera sueño o real lo vivió durante una hora.

Precioso retorno, pero lo mejor, tu retorno! :)

Un abrazo!

Esther dijo...

Bonita historia. Es bueno que pasen cosas así, aunque sea de vez en cuando, para escapar de la realidad, para soñar :) Nada tiene por qué ser malo, si no se hace en exceso.

Un saludito.

Verónica Calvo dijo...

Pues Maat, me he quedado con el escalofrío instalado porque me has dejado la imaginación abierta y no fue sólo que se durmió... jejeje

Un besito.

Maat dijo...

Vico: la mente tiene tantos recovecos que da miedo perderse entre ellos :)

Carlos: nunca te ha pasado tener un sueño que parece real? Uno se despierta y nunca tiene la certeza de si ha sido verdad o ficción...

Esther: escapar de la realidad es algo que tendríamos que hacer todos de vez en cuando, verdad? De una forma o de otra, pero siempre viene bien un descanso ;)

Ananda: tiene un toque de incertidumbre el sueño... por el qué ocurrirá después (a ver si este verano retomo la historia ^^ )

Un besote a todos y gracias por el recibimiento, después de tanto tiempo. La verdad esque estos últimos meses ando muy dispersa... A ver si me pongo al día :)

Rebeca Gonzalo dijo...

¡Genial! Veo que continúas la historia. Seguiré leyéndola. Besos.

vypsen dijo...

so keep good lad
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