Flores

- Oye, habrá que ir guardando el bañador y los vestidos de verano, se ve que el frío ya va entrando...

Le escuché de soslayo, mientras seguía pensando en cuánto tiempo tardarían los árboles en perder sus hojas y formar con ellas un manto sobre el asfalto, cuánto tiempo tardaría la basura en pudrirse bajo una capa de fría nieve, cuánto tardaría yo en volver a ver florecer las margaritas en el campo.

Una eternidad pasaría más deprisa que el otoño y su invierno este año.

Pequeñeces

- ¡No, no estoy por la labor!- Los ojos le ardían mientras lágrimas gruesas y cálidas, como gotas de lluvia de una tormenta de verano, rodaban por sus mejillas.- He sufrido maltrato físico y psicológico y acoso sexual en el ámbito familiar, vejaciones y humillación pública en el colegio, acoso laboral en mi trabajo. A pesar de todo, he conseguido llegar hasta aquí, casi 30 años de miserias y podredumbre interior. ¡Así que no voy a permitir que me destroces el día!

Terminó su discurso al tarro de cebolletas que, tras mucho esfuerzo, no había conseguido abrir. Se quedó mirando al infinito y, poco a poco, se sumió en el llanto desconsolado y se hizo un ovillo en el suelo de la cocina.

1/8/14

Lluvia de metralla
se incrusta en la carne blanda.

 Ya no sabes cuándo es de noche,
cuándo de día.
Cielo gris de artillería.

Gritos.

Lágrimas que surcan la suciedad
de un rostro cenizo
a quién la muerte vino a visitar.
Demasiado joven.
Demasiado pronto.

Mañana no habrá clases.
Los pupitres destrozados
recordarán para siempre vuestros nombres.
Mañana no habrá niños en el parque.
 Los columpios se convertirán 
en lápidas silentes.

Bombardeo de inocentes
en nombre de la paz.
 

Todos los que nos hemos presentado a concursos sabemos que no siempre se gana (es más, en mi caso la mayor parte de las veces se pierde, cuando hay tanto talento al que enfrentarse y mis versos no les llegan a la suela del zapato del resto). Por ello os quiero compartir partes del cansado poemario "Fragmentos pixelados de un viaje sin retorno", al que le tengo cariño (en un futuro lo subiré en pdf para que se lo pueda descargar quien quiera para leerlo, soñarlo, fumarse un cigarro con las hojas o limpiarse el culo con ellas, a gusto del consumidor). 

Muchas gracias a la gran Alba Pascual, poeta y amiga que revisó el poemario en su momento y me ayudó a mejorarlo =)



Como la tensión del silencio vacío

Silencio en el cuarto que,
oscuro y vacío,
asemeja gritar un adiós infinito.

Hasta las arañas parecen
haber desaparecido entre los visillos,
donde antes tejían redes para atrapar sueños rotos.

Parpadeó la lámpara,
esa bombilla que siempre se apagaba
y volvía a encenderse a los pocos minutos.

Pero aquella vez parpadeó y
se escuchó un zumbido leve.
Yo, inconscientemente, miré a las arañas
por si en sus telas hubiera caído
una torpe mosca de pesadillas.
Pero se rompieron los filamentos,
con un leve chasquido,
y la bombilla nunca más
volvió a alumbrar mi cuarto.

Desde entonces trato de escuchar
el zumbido previo a la fractura
en todos los momentos
en los que sé que algo va a pasar .