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Flores

- Oye, habrá que ir guardando el bañador y los vestidos de verano, se ve que el frío ya va entrando...

Le escuché de soslayo, mientras seguía pensando en cuánto tiempo tardarían los árboles en perder sus hojas y formar con ellas un manto sobre el asfalto, cuánto tiempo tardaría la basura en pudrirse bajo una capa de fría nieve, cuánto tardaría yo en volver a ver florecer las margaritas en el campo.

Una eternidad pasaría más deprisa que el otoño y su invierno este año.

Pequeñeces

- ¡No, no estoy por la labor!- Los ojos le ardían mientras lágrimas gruesas y cálidas, como gotas de lluvia de una tormenta de verano, rodaban por sus mejillas.- He sufrido maltrato físico y psicológico y acoso sexual en el ámbito familiar, vejaciones y humillación pública en el colegio, acoso laboral en mi trabajo. A pesar de todo, he conseguido llegar hasta aquí, casi 30 años de miserias y podredumbre interior. ¡Así que no voy a permitir que me destroces el día!

Terminó su discurso al tarro de cebolletas que, tras mucho esfuerzo, no había conseguido abrir. Se quedó mirando al infinito y, poco a poco, se sumió en el llanto desconsolado y se hizo un ovillo en el suelo de la cocina.

Actualización doble, para gustos :)


Hoy tengo el día alegre, a pesar de estar enferma, así que os dejo una actualización doble, con un micro triste y otro alegre. Ustedes los disfruten :)
 

Amor Eterno
Se besaron, acariciaron, desearon... se hicieron uno y se volvieron a besar. Se juraron amor eterno sin saber que, a la eternidad, se la estaba comiendo lentamente un cáncer silencioso.

Cuento Breve
Hubo una vez, en un país extraño en un mundo sin sentido, una joven pareja que, se quería tanto, que olvidó todo lo demás.


Otoño

Ella jugaba a contar las hojas de los árboles, que cubrían la acera.
Él caminaba sin saber hacia dónde le conducían los pies.

Tropezaron en una calle cualquiera, musitaron a la vez un “lo siento”.

Se miraron un instante a los ojos. 

Ella se resistió a volver la cabeza, esbozó una sonrisa y continuó contando hojas.
Él apretó los labios, esforzándose por no preguntar su nombre, y prosiguió su camino.

Al día siguiente volverían a hacer el mismo camino… lo pensaron al tiempo.
Ensoñación

El silencio de la habitación solo era cortado por sus respiraciones. Ella dormía, con inquietud latente; él la observaba, despierto, sopesando todas las posibilidades. Se mantenían distantes en la misma cama, con un muro frío de aire entre ambos.

Ella se removió, buscando el calor de su cuerpo entre las sábanas. Entreabrió los ojos, somnolienta. Le observó mirándola, sin decir nada.

- Me he dado cuenta de que no puedo estar lejos de ti.

Ella sonrió y volvió a cerrar los ojos, rezando para que aquello no fuera una ensoñación.


4-11-10

Amistad repentina que surgió
libre de ataduras...
esquejes verdes condenados a rebrotar
juntos en el jardín,
amándose atípicamente,
nadando contra la corriente
dedicados a la absurda contemplación mutua
riendo a la adversidad del tiempo
olvidando el dolor del pasado.

Pequeña estrella que brilla en la noche...
Atisvo de lúcida esperanza reencontrada...