Mi cara debe ser todo un poema... Sergio me mira, con ojos incrédulos, sin dar crédito al leve roce de mi mano contra su mano.
- Lo siento- murmuro, avergonzada, mirando el hueco del sofá entre ambos. No estoy muy segura de su reacción. Sé que probar suerte con él podría llevarme a un fracaso estrepitoso y que todo podía acabar con nuestra amistad. Irónico... ¿verdad?
- ¿Por qué?- contesta. No sé reconocer los sentimientos. Perdí la capacidad de ello en mi relativamente arga relación con mi ex novio -casi cinco años dieron para muchas cosas-. También perdí la capacidad de seducción porque, al fin y al cabo, no me hacía falta. Así que ahora me encuentro sentada en el sofá de Sergio, al que acabo de echar un tiento con más pena que gloria, esperando a que me invite amablemente a que me marche de su casa... ¿y me pregunta que por qué lo siento?
- Bueno, yo...- ¿y ahora qué demonios le digo? Alzo la mano y rozo con los dedos su cara, en un acto puramente suicida.
...
El silencio no me deja pensar. Tan sólo siento el roce de su mano en mi cara, como si mis manos se hubieran reflejado en un espejo, que me devuelve todo aquello que hago. Acerco mi boca a su mejilla... Voy a darle un beso y me voy a marchar... Va a ser lo mejor para todos...
Mientras limito el espacio entre ambos, no me atrevo a mirarle a los ojos, pues sé que me encontraré con el reflejo de sus sentimientos. Ahora me encuentro en la oscuridad de la nada, rodeada por el silencio y el olor de su pelo, al que me acerco con cautela. Sus labios se encuentran con los míos. Horrorizada por la falta de cálculo, me aparto con brusquedad, abro los ojos y me encuentro con su cara, plácida y sonriente, mientras sus párpados se van abriendo.
- ¿No era eso lo que querías, Nerea?- me pregunta, moviéndose hacia delante en su asiento, eliminando de nuevo la barrera corporal entre ambos.
- No sabía si estarías dispuesto a...- me limito a musitar, sin acabar la frase. "No sabía si estarías dispuesto a corresponder mis peticiones implícitas en la conversación que hemos tenido" reconstruyo en mi mente la frase completa. Él se mueve, lentamente, quizás calculando la posibilidad de que me entre miedo por la situación y salga escopetada sin querer saber nada. Sergio tampoco tiene mucha experiencia ligando... Me voy recostando sobre el sofá, a la vez que él se echa sobre mi y me besa con pasión. Hacía tiempo que había fantaseado con esta misma situación. Enmaraño mis dedos entre su pelo, mientras comienza a recorrer mi cuello con los labios y mi mente comienza a evadirse entre los páramos de la sexualidad más pura. Noto su ansia entre mis piernas, mientras me quita la camiseta y ante sus ojos se abre un mundo desconocido.
- Pero sólo será sexo- recuerdo la premisa inicial que todavía no le había formulado, de repente, saltando las palabras como balas perdidas.
- Sólo sexo- responde él, con la respiración agitada, desaborchándose los pantalones...

Un jadeo me despierta en mi cama. Me miro extrañada y recuerdo lo que acabo de soñar. ¡Hay que joderse! ¿Sergio? Me río en mi interior, pensando en lo descabellado de la situación.
Además, sigo con Raúl y en poco más de un mes haremos cinco años juntos. Vaya tontería pensar que no vamos a seguir así. Qué tontería soñar con tener sexo con Sergio... Además, qué raro... Apenas le conozco, en comparación con el resto de mis colegas, ¿por qué querría con él? Siempre me ha parecido un poco bicho raro...
"Ale, a ducharse y desayunar" me anima la vocecilla de la conciencia "luego, simplemente, olvida todo eso" me recomienda.
Asiento con la cabeza, lentamente, mientras me estiro sobre la cama, preparada para levantarme al nuevo día.
Me río por la ocurrencia de mi inconsciente... ¿así que Sergio, eh? ¡Vaya tontería!
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Fragmento de "Corazón de mimbre" (título provisional, de la canción de Marea)
12- 4- 08

...aTormenTada...

¿dónde está la salida?
¿dónde está la salida?
¿dónde está la...?

...Sin poder respiraR...


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Recuperado del año pasado... ahora más que nunca...