- Oye, habrá que ir guardando el bañador y los vestidos de verano, se ve que el frío ya va entrando...
Le escuché de soslayo, mientras seguía pensando en cuánto tiempo tardarían los árboles en perder sus hojas y formar con ellas un manto sobre el asfalto, cuánto tiempo tardaría la basura en pudrirse bajo una capa de fría nieve, cuánto tardaría yo en volver a ver florecer las margaritas en el campo.
Una eternidad pasaría más deprisa que el otoño y su invierno este año.
1 comentario:
Ya queda menos, ya queda menos...
Me repito mientras me sale vaho de la boca y tengo heladas las manos.
Cuando menos lo esperes florecerán los cerezos y los almendros y entonces podremos saludar a la primavera.
Abrazos.
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