Tormenta de fuego, realidad y cenizas,
que ruge desde las entrañas de la tierra
preparada para vomitar con violencia
lenguas abrasadoras de lava
que arrasen todo a su paso,
como la realidad arrasa los sueños.
Me quemo, ennegrezco, se me cae la piel
chamuscada por las lenguas de lava.
Músculos, tendones, venas y sentimientos
van desapareciendo inexorablemente
y solo van quedando los huesos
esqueleto de ideas que se resiste a desaparecer
como las ideas tercas, como las pasiones.
Hueso, solo hueso azul,
carbonizado
ojos derretidos en sus cuencas para no verte
lengua deshecha en la boca para no hablarte
nariz arrancada del rostro para no olerte
falanges descubiertas para no sentir el tacto de tu piel