2 comentarios:

Pugliesino dijo...

La fuerza de este microrrelato se expande en el silencio que queda al final

durante ese momento todo sonido parece haber sido arrebatado, bocas gritan sin voz, llamas crepitan mudas, se echa de menos el atronador sonido de la ciudad.

Sublime Maat, ojalá esos tímpanos fuesen los de quienes ponen la bomba!

Maat dijo...

Creo que no acierto en los micros del foro porque me salen casi más como pensamientos que como historias...

Gracias Carlos :)