13- 8- 08

Pensé que una vez estás sentada
en el borde del vértice que se hunde,
daba un poco lo mismo dejarte llevar
y dar vueltas bajando por la espiral
ladeando la cabeza por fuera,
dejando que el aire acompañe al cabello,
que se enmaraña entre los dedos
de las manos que cubren inconscientes
el craneo que protege la máquina
de los sentimientos, de los pensamientos...

Pensé que, tal vez, aquel fondo negro
que se atisbaba como un ojo de gato a lo lejos,
sería la fuente de las revelaciones de los problemas
que no sabes si empiezan o acaban
que no sabes si se pueden solucionar...

Pensé que, pensé que...
y pensando que pensaba mientras giraba
no me dí cuenta cómo caía
hasta que los dedos que cubrían
la estúpida máquina de los pensamientos
se doblaron y crujieron y partieron y descubrieron
la carne viva de la verdad...
...que dolía...